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UC - Críticas

Países: Canadá y Francia.
Año: 2011.
Duración: 120 min.
Género: Drama new age.

Dirección y guion: Jean-Marc Vallée.
Producción: Pierre Even y Marie-Claude Poulin.
Fotografía: Pierre Cottereau.
Diseño de producción: Patrice Vermette.
Vestuario: Ginette Magny.
Distribuidora: Golem.

Estreno en España: 17 Agosto 2012.
Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años.

Interpretación: Vanessa Paradis (Jacqueline), Kevin Parent (Antoine), Hélène Florent (Carole), Evelyn Brochu (Rose), Marin Gerrier (Laurent), Alice Dubois (Véronique).

¿ALMAS GEMELAS?


"Café de Flore" es un drama (o mejor debería decir dos) sobre el amor incondicional cuando se transforma en obsesión. Dos historias de amor diferentes, una sobre amor maternal y la otra sobre amor de pareja, ambas acabando en triángulo amoroso, ahí viene el conflicto, claro. Dos historias en distinto espacio y tiempo, una que transcurre a finales de los 60 en Francia y otra en la época actual en Canadá. Dos mujeres protagonistas en cada una de ellas con a priori pocas cosas en común, excepto su amor aparentemente incondicional, para acabar planteándonos la pregunta del póster: "¿Existen las almas gemelas?". La verdad, es que tenía puestas bastantes expectativas en la película, el comentario de algunos críticos y compañeros cinéfilos, me animaba a encontrar una película especial y mágica, pero el resultado no puede ser menos satisfactorio y pretencioso.



SINOPSIS: “Café de Flore” es una historia de amor acerca de unas personas separadas por el tiempo y la distancia que, sin embargo, están conectadas de forma profunda y misteriosa. Esta película cuenta los destinos paralelos de Jacqueline, madre de un niño en los años 60 en París, y de Antoine, un DJ de éxito recién divorciado en el Montreal actual. Las dos historias se unen a través del amor. Un amor eufórico, obsesivo, trágico, juvenil y atemporal.



El planteamiento resulta interesante, pero esconde muchas trampas. El guionista y el director (que son la misma persona) se empeñan en unir dos historias que son como el agua y el aceite y lo hacen con el recurso del montaje en paralelo que convierte al espectador en un ser un poco esquizofrénico por ir transitando contínuamente de una a la otra, sin saber muy bien por qué, y en ocasiones hasta de personaje a personaje (la historia situada en el presente tiene varios puntos de vista). El invento no funciona. Todos los intentos por unir ambas historias para justificar el mensaje de la película en un final forzado, son en balde. A mi por ejemplo, la historia del pasado me interesa bastante, la del presente no tanto, por separado tal vez podrían funcionar ambas, pero juntas no me las trago.



Además, Vallèe, se muestra con un efectismo estético innecesario, el abuso de ralentís, escenas descriptivas que se vuelven reiterativas, el montaje "moderno" antes aludido, la incursión constante de los personajes de unas historias en las otras a través de sueños, reflejos, espejos, etc. Todos ellos recursos válidos que podrían funcionar con moderación, pero que aquí se sobreutilizan para alargar innecesariamente el metraje hasta las dos horas dentro de un discurso con toques "new age" sobre la libertad del amor en contraposición a la posesión del mismo. Por suerte, los actores rayan todos a gran altura, destacando especialmente Vanessa Paradís. Por suerte, también, siempre es agradecido escuchar música de Pink Floyd como "leit-motiv" de un film. Pero lo de las almas gemelas como que no.




UC (Daniel Farriol).

TRAILER